Cada vez con más frecuencia las empresas incluyen entre su información corporativa, o junto a su nombre y logotipo, el sello del certificado ISO que poseen.
Pero, ¿sabes qué es un certificado ISO? ¿Para qué sirve? ¿Qué tipos de certificados hay? Resolvemos tus dudas.
Antes habíamos hablado que es un certificado de calidad y que tipos de certificados existen.
En este artículo continuamos explicándote porque el certificado ISO te ayuda a mejorar la reputación de tu empresa y que elementos contiene.
Elementos del certificado ISO
El certificado ISO compone los siguientes elementos indispensables:
1) Un detalle de los servicios o productos a los que se aplica y sobre los que tiene valor: a qué tipo de productos o servicios se aplica.
2) Norma de referencia que se ha usado como elemento de examen de la calidad del producto o servicio. El documento declara la conformidad de un producto, un servicio o sistema de gestión con una determinada norma o documento de referencia.
3) La entidad u organismo de certificación que lo ha emitido.
4) Información sobre el fabricante u organización que posee el certificado ISO.
5) Un periodo de validez.
¿Cuáles son los beneficios del Certificado ISO?
Los beneficios de los certificados ISO se ven en distintos ámbitos: de cara a los clientes, en el seno de la propia empresa o en el conjunto del mercado.
1) Mejora de la imagen que se proyecta hacia los clientes y la sociedad en su conjunto. En lo relativo al mercado, las acreditaciones permiten construir una imagen de marca sólida, honesta y transparente. Ayudan a la compañía a afianzar su posición, al tiempo que favorecen la expansión a mercados internacionales.
2) La productividad de su proceso productivo va en aumento al estar orientada hacia la mejora continua. Para obtener el certificado ISO la empresa certificadora debe realizar un análisis interno de la compañía. Así, es una gran oportunidad para que conozca cuáles son sus fortalezas y debilidades. Partiendo de esta base, puede implantar las herramientas necesarias para optimizar la producción y establecer un proceso de mejora continua. De esa forma, la empresa puede ahorrar en costes de producción o gestión que también puede transmitir a sus clientes.
3) Incremento de la confianza del entorno de la empresa: clientes, proveedores, administraciones públicas.
4) Además, posesión del certificado ISO es fundamental para encontrar nuevos inversores y socios. Si la empresa quiere entrar en un concurso público u obtener una subvención económica del Gobierno, debe tener este tipo de acreditaciones.
5) Simplificación de la toma de decisiones, tanto en el contenido como en el tiempo que se le dedica a esta tarea.
6) Las compañías que cuentan con las certificaciones pertinentes, adquieren la característica de empresa fiable e independiente.
7) En el plano interno de la empresa, poseer un certificado ISO indica que se han establecido las herramientas y los procedimientos necesarios para el satisfecho de los empleados y productivos.
8) Incremento del volumen de negocio derivado de todos los beneficios anteriores y del prestigio adquirido al contar con el certificado ISO. A todo ello hay que sumar que obtiene un mejor posicionamiento en el mercado. Un aumento en la productividad se traduce en un incremento de las ventas, y, en definitiva, una mayor cuota de mercado. Esto supone una gran ventaja competitiva.
En definitiva, los certificados de calidad suponen una gran ventaja competitiva para cualquier compañía que quiera alcanzar el éxito y ganar la confianza de inversores, socios y clientes potenciales. Existen un amplio abanico de acreditaciones, y todas ellas ayudan a mejorar la reputación de la empresa.
Ahora, ya conoces cuáles los certificados ISO existen y que beneficios tienen para tu empresa.
Desde ISOCAT podemos ayudarte a que encuentres el mejor para ti y diferencies tu negocio de tus competidores.
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